Inaugurada en 1915
Situada en la calle de Francisco Silvela, número2, de Madrid, en la céntrica plaza de Manuel Becerra, en la confluencia de la calle Alcalá con una de las rondas que sirve de vía rápida en el tránsito del norte al sur de la capital.
La diócesis de Madrid-Alcalá, desmembrada de la de Toledo, fue creada en 1885. En 1891 el obispo Sancha Hervás procedió a una nueva delimitación de las treinta parroquias existentes; una de ella era la de Nuestra Señora de Covadonga, ubicada en el llamado Monasterio de la Encarnación Benita, de las Benedictinas de San Plácido, un monasterio levantado en la primera mitad del siglo XVII. En 1913 se inició la construcción del nuevo convento.
Desde principios del siglo XIX la zona de la actual Plaza de Manuel Becerra era un descampado, al que se llegaba por un sendero polvoriento, después de pasar la Puerta de Alcalá, camino de las Ventas del Espíritu Santo o Real de Aragón. A mediados del siglo en la margen izquierda del camino existía un ventorrillo llamado de la Alegría, que dio nombre a la plazuela que empezó a formarse, cambiado en 1906 por la denominación actual. En su entorno comenzó a agruparse una población creciente, en zonas que se llamaron “el ensanche”, que movieron al obispo Salvador y Barrera a crear nuevas Parroquias. En marzo de 1913 fue colocada la primera piedra de la nueva parroquia de Nuestra Señora de Covadonga, en solares adquiridos por la diócesis y merced a una donación de la Marquesa viuda del Marqués de Aldama, Dña. María de Erice y Cubas, con la condición de levantar la Parroquia dedicada a la Virgen de Covadonga.
El nuevo templo fue inaugurado el 14 de junio de 1915: una iglesia sencilla de tres naves, la central más ancha, con un ábside de fondo plano. En la fachada, una torre que seguía el estilo de las torres de la Basílica de N. S. de Covadonga en Asturias. Aquel templo fue saqueado e incendiado el 19 de julio de 1936. El día siguiente se acercó el coadjutor parroquial D. Enrique González Mallén, para ver los restos; fue apresado y asesinado. Al terminar la guerra civil, solamente cinco parroquias de Madrid permanecían relativamente indemnes, las treinta y dos restantes quedaron incendiadas o requerían importantes reparaciones. Gracias a la existencia de los planos de la iglesia primitiva y a un inventario de la parroquia de 1931, conservado en los archivos de la diócesis, se inició la reconstrucción de la iglesia parroquial de Covadonga después de la contienda.
La reconstrucción ha sido realizada en varias fases, quedando culminada en 1953, con un templo bastante distinto al anterior. Preside el retablo de madera pintada de estilo románico la imagen de Nuestra Señora de Covadonga. En los últimos decenios la primera demarcación parroquial se ha visto incrementada en el número de habitantes, dando lugar a sucesivas divisiones. La feligresía de esta parroquia oscila actualmente en torno a los diez y siete mil habitantes. Al hallarse en un lugar muy visible y bien comunicado, hay una gran afluencia de fieles en las celebraciones sacramentales y en el culto.
Padre Manuel Muñoz Fernández, franciscano-capuchino. (Introducción en la misa del domingo 4 de septiembre de 2016 de RNE)
La iglesia parroquial de Ntra. Sra. de Covadonga fue diseñada por Joaquín María Fernández y Menéndez-Valdés en 1911, siendo terminada en 1917 por Diego de Orbe Fernández. El templo fue incendiado en 1936 y reconstruido en 1947 con su actual portada. Entre los años 1952 y 1953 se amplió el nártex y fueron levantadas la nueva fachada y la casa parroquial. La ampliación fue acometida por Manuel Muñoz Monasterio
Es de tres naves –la central más ancha- con capillas laterales. Su primer campanario arrancaba de la misma fachada y era de aguja, dando, según asegura Pedro de Répide en su conocido callejero, “un aspecto campesino a la zona”.
En la bóveda del ábside se representan pasajes de la vida de Jesús. Son pinturas de Pedro de Varzi Roa realizadas en 1947, tras la reconstrucción de la iglesia.
En el altar mayor se venera a la Virgen de Covadonga, bajo cuya advocación se halla el templo. Esta imagen procede del histórico convento de San Plácido, situado en la calle del Pez esquina con San Roque, en el centro de Madrid.
